Hace unos días leíamos la noticia de la donación solidaria del Ayuntamiento de Salou a las asociaciones animalistas. Una aportación de 500 kilos de pienso que servirá para alimentar a los gatos callejeros en los próximos meses.
El alcalde Pere Granados comentaba que «en estos momentos de pandemia y de crisis económica queremos ayudar a las personas que actúan, con valores solidarios, por el bienestar animal». Una excelente noticia que agradecerán los gatos este verano incierto pero también los animalistas, que ven reconocida su labor altruista y constante de los últimos años.
Aprovechando la sinergia colaborativa, ahora sería necesario que el ayuntamiento ayude a encontrar un espacio para mejorar las condiciones de los gatos callejeros de Salou. Una demanda que hace tiempo que reclaman las asociaciones de la ciudad. La idea sería ceder un parque de la ciudad para centralizar y controlar una parte de las colonias de gatos, ahora esparcidas por todo el municipio. Los gatos que tienen más suerte viven cerca de la playa o en parques urbanos, mientras otros malviven en descampados y rincones peligrosos. Se calcula que en Salou hay cerca de un centenar de colonias felinas, que gracias a los animalistas están controladas.
Actuar con respeto por los animales es sinónimo de civilización. En este sentido, abrir un espacio donde locales y visitantes puedan interactuar y alimentar a los gatos en ambiente natural sería una iniciativa que podría convertirse en una nueva atracción turística de Salou. Un nuevo reclamo habitual en otros destinos turísticos de todo el mundo pero aún inexistente en la Costa Daurada. Inglaterra, Holanda, Argentina, Malasia, Turquía o Estados Unidos tienen atracciones turísticas con los gatos de anfitriones, aquí los ejemplos más curiosos.
El Parque Botánico, nuevo refugio para los gatos de Salou?
De todos los parques y jardines municipales, el que mejor funcionaría sería el Parque Botánico de Salou. Un gran espacio natural y de diseño que actualmente está abandonado y cerrado al público. Inaugurado en 2009, se clausuró pocos años después debido a la crisis económica y del elevado coste de mantenimiento que requería. Después de años sin novedades sobre el futuro del jardín botánico, cederlo a los gatos callejeros sería una manera de recuperarlo y devolverle todo el esplendor.
Se trata de una isla entera de 1,7 hectáreas de terreno, con centenares de especies vegetales, una construcción arquitectónica de valor con fuentes ornamentales y esculturas artísticas. Un espacio ideal para los felinos y una visita imprescindible para todos los amantes de los peludos. Además, reactivar este equipamiento atraería a los turistas a visitar la zona norte del municipio, una ruta que podrían complementar con la visita a la histórica Villa Romana de Barenys. Diversificar los reclamos turísticos por toda la ciudad contribuye a alargar la temporada y ayuda a llenar las calles del pueblo de vida, donde se concentran la mayoría de servicios y comercios locales.
Imagen del Parque Botánico de Salou. / ELISABETH MAGRE.
Un parque autogestionado y económicamente rentable
Quien mejor podría organizar y gestionar este nuevo espacio serían las asociaciones animalistas, las cuales han demostrado su capacidad para proteger la salud de los animales y para crear una potente red de voluntarios que colaboran desinteresadamente con recursos, alimentos, tiempo y difusión en las redes sociales. Por ejemplo, desde la guía Mapilife Salou cada verano cedemos un espacio del mapa para dar a conocer a los turistas la asociación local SOS GAT SALOU.
Sobre la propuesta, Laura Lozano de SOS GAT SALOU ve con buenos ojos la idea de un refugio en este equipamiento tan privilegiado y tan poco disfrutado. Recuerda que en todo el mundo hay edificios, museos o monumentos donde los gatos atraen visitantes. Además, destaca que un entorno controlado «sería un lugar ideal para tramitar más adopciones, ya que la gente podría interactuar con los gatos», explica una de las portavoces de la asociación.
Y por último, hay que tratar la vertiente económica de la hipotética reapertura. Tomando como ejemplo otros santuarios de gatos del mundo, este espacio podría ser completamente autosuficiente a través de las aportaciones y donaciones de los visitantes. De hecho, acoger los gatos parece de las únicas maneras de hacer pagar algún tipo de entrada para este espacio abandonado. Si los animalistas de Salou, de manera independiente, han conseguido todos los objetivos que se han propuesto. Hoy con la complicidad del Ayuntamiento este gran reto también es posible. Sería el gran refugio de gatos del territorio y haría de Salou una ciudad amiga de los animales, petfriendly.
Recuperando el jardín botánico, Salou podría tener el mejor santuario de gatos de toda la Costa Daurada. Comparte el artículo para hacerlo posible y para aprovechar la difícil situación actual para hacer una vila más humana, más sostenible y que vele por el bienestar de los animales.
Más información: Associació SOS GAT SALOU
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