La semana pasada el Departament d’Empresa i Coneixement de la Generalitat abrió una línea de subvenciones destinada al sector turístico para paliar los efectos provocados por la crisis del coronavirus. Una pandemia que ha paralizado el mundo y uno de los principales motores del país, como es el turismo. Aquí se puede leer la resolución: Subvencions a professionals i microempreses del sector turístic de Catalunya afectades econòmicament per les conseqüències de la COVID-19.
Aunque la noticia parecía positiva, cuando leemos la letra pequeña de las bases vemos como la gran mayoría de los trabajadores turísticos no cumplen con los requisitos. Además, la cantidad destinada es ridícula teniendo en cuenta el peso del turismo en la economía. La nota oficial replicada por los medios dibujaba la medida de prácticamente universal. Y desde las redes sociales, los perfiles institucionales subrayaban las ayudas «directas» para microempresas y trabajadores de 2.500 euros por persona.
Los trabajadores de temporada no cumplen los requisitos para solicitar la subvención
Para empezar, la línea de subvenciones no contempla el factor estacional del turismo en la Costa Daurada. Por lo tanto, todos los trabajadores de temporada y autónomos discontinuos – que son la gran mayoría – no cumplen los requisitos: «La persona beneficiaria debe mantener su actividad como mínimo por un período de un año desde el otorgamiento de la subvención «, explica el artículo 7 de la resolución.
Otro punto que excluye a muchos trabajadores de optar a la subvención es el hecho de que tengan que demostrar en en el próximo año una actividad que se prevé del todo incierta. Teniendo en cuenta que muchos negocios, establecimientos y trabajadores no podrán trabajar a pleno rendimiento tampoco podrán justificar los gastos habituales. Las bases explican que «el presupuesto de los gastos corrientes que se subvencionan debe ser como mínimo de 2.500 euros». En este sentido, parece que la subvención sólo pretenda cubrir las obligaciones fiscales y tributarias, cuando lo que se tendría que hacer es salvar a las personas y los emprendedores.
Además, las bases excluyen directamente a los trabajadores de hoteles, restaurantes y la gran mayoría de los guías turísticos. Por tanto, podemos afirmar que más del 90% del sector productivo que vive del turismo queda, de momento, sin ninguna ayuda económica para sobrevivir a la crisis del Covid-19.
Las ayudas destinadas al turismo para sobrevivir al Covid-19 son de sólo 3,5 M€
Y por último, la cantidad presupuestada para ayudar a los trabajadores y pequeñas empresas del sector turístico en Catalunya es de sólo 3.500.000 euros. Contrasta con los números del año pasado, donde sólo el turismo internacional generó 21.325.000.000 euros de ingresos. La temporada 2019 fue de récord con cerca de 20 millones de turistas extranjeros que hicieron un gasto de unos 200 euros por persona y día. El sector turístico comprende el 13,5% del total de ocupados en Catalunya, una cifra que en ciudades como Salou es muy superior. Por ejemplo, en Cambrils el PIB que genera el turismo es de más del 50%.
Las bases explican que «la subvención consistirá en una aportación única de 2.500 euros por beneficiario». Teniendo en cuenta que el paquete de ayudas a repartir en toda Catalunya es de 3,5M €, significa que sólo optarán a esta subvención 1.400 trabajadores. En este sentido, los pocos beneficiados serán de destinos que tienen turismo todo el año, principalmente de Barcelona.
Por su parte, el Estado español no ha presentado aún ninguna medida concreta para salvar el turismo, cuando es de los Estados del mundo que depende de este sector. El turismo en el conjunto del Estado representa un 15% del PIB y genera un total de 2,8 millones de empleos. Si los autónomos han continuado pagando durante el confinamiento las cuotas más abusivas de Europa, los autónomos de temporada que no estaban dados de alta en el inicio del estado de alarma se han quedado completamente desamparados por la administración estatal .
En resumen, las ayudas económicas anunciadas por las diferentes administraciones no servirán para paliar el golpe económico en nuestra zona. Después de años generando riqueza como motor de la economía, ahora, ante una temporada donde se prevé una caída de más del 80% de los ingresos en el sector, no hay ahorros para hacer frente a la crisis. La última esperanza son las acciones de los ayuntamientos, que aún no han anunciado ninguna medida contundente para salvar el principal motor económico de la Costa Daurada.
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